Se presenta el estudio «Juventud y sexo en la era digital. Sexting y pornografía», realizado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud. Se trata de una investigación de carácter cualitativo basada en la realización de: 1) entrevistas a personas expertas, 2) una comunidad digital con participantes jóvenes, y 3) grupos de discusión con jóvenes de entre 15 y 29 años.
Esta investigación surge como continuación del estudio «Juventud y pornografía en la era digital: consumo, percepción y efectos«, publicado en 2023, basado en una metodología cuantitativa mediante encuesta a jóvenes de 15 a 29 años, donde dimos cuenta de las formas de acceso y consumo pornográfico entre la población joven y adolescente española y de los significados y efectos que todo ello implicaba para sus relaciones afectivo-sexuales. Entre los múltiples datos que en ese estudio se destacaban las prácticas sexuales llevadas a cabo por la juventud en un contexto marcadamente digital, las formas de intercambio de contenido sexual, tanto activas como pasivas y relativamente presentes en la cotidianidad juvenil, en las que nos interesaba seguir profundizando.
En este nuevo estudio, desde la mirada cualitativa, explora el papel de la pornografía como medio de socialización entre los y las jóvenes desde una perspectiva de género, explorando los efectos nocivos y los beneficios autopercibidos, así como también busca entender las prácticas sexuales digitales, el sexting, dentro de las vidas juveniles.
Entre las conclusiones del estudio, se pueden destacar:
- El sexo digital es una práctica extendida entre la juventud: un 36,5% ha compartido contenido erótico propio con sus parejas o ligues.
- Mientras el grupo más joven (15-19 años) tiende a ver el sexting como una práctica de riesgo, el de más edad (20-30 años) lo ve como una práctica sexual más.
- Las mujeres son más conscientes de cuando una imagen está siendo sexualizada y señalan de quién es la responsabilidad, mientras que los hombres muestran más debate y dudas sobre qué se puede considerar sexualización o cosificación.
- Casi la mitad de jóvenes ha recibido contenido erótico sin consentimiento, y 1 de cada 5 ha compartido imágenes de terceros sin permiso, lo que evidencia la necesidad de educar en prácticas sexoafectivas responsables.
- La pornografía se ha convertido en una fuente de aprendizaje sexual para muchos y muchas jóvenes, ocupando el vacío que debería cubrir una educación sexoafectiva sólida.
- El consentimiento tiene un papel central en el sexo digital, tanto en la pornografía como en las prácticas sexuales juveniles. Existe una fina línea que separa el sexting saludable de la violencia sexual digital y los y las jóvenes destacan la importancia de que exista este consentimiento y unas condiciones de confianza y seguridad.
